Es hora de exaltar los valores y algunas de las virtudes de nosotras las mujeres, porque, no hay nada más paradójico que ser mujer...Que pensamos con el corazón, actuamos por la emoción y vencemos por el amor…Que experimentamos miles de emociones en un solo día, y transmitimos cada una de ellas con una sola mirada. Que andamos buscando la perfección y vivimos tratando de buscar disculpas para los errores de aquellos a quienes amamos. Que hospedamos en el vientre otras almas, las ofrecemos al mundo y después quedamos ciegas, ante la belleza de las hijas que engendramos. Que damos las alas y enseñamos a volar, pero nos duele alegremente verlos partir, aun sabiendo que no son de nuestra propiedad si no de la vida. Que como alquimista transformamos en luz y sonrisas los dolores que sentimos en el alma...solo para que nadie lo note...y aún tenemos fuerzas para dar consuelo a quien se nos acerca a llorar sobre nuestro hombro. ¡Felices aquellas personas a nuestro alrededor que saben entender la grandeza de ser mujer y nos sonríen con gratitud en la mirada, y brazos acogedores para sentirnos protegidas! Amamos sin límites, somos fuertes y frágiles, cuidado duando nos dañan, somos de un acero forjado en cristal, transparentes para decir TE AMO, somos un muro de contención, que se levanta con calor de la dulzura, y se bota con la indiferencia del desamor, soy mujer, los contrastes viven en mi, somos un mar de olas grandes y olas calmas, solo un valiente puede navegar en mis aguas, soy laguna para recibir mis hijas y río para viajar y encontrar mi destino, somos un ciclo constante, que no se detiene. No descansa, siempre atentas, alertas, protectoras e indefensas. Sin duda der mujer es una paradoja, la mejor y la peor si nos dejamos vencer por esas viscicitudes o trampas del destino.
