domingo, 20 de abril de 2008

OMOPLATOS


¡Que dolor en la espalda!

sera de tanto cargar penas...

Es como tener una cruz sobre la espalda, pesa mucho

Dicen que uno lleva la cruz que es capaz de soportar

la pregunta que tengo es cuanto más aguantare esta cruz.

Viví tantos años de suplica y de respuesta el silencio

que quize olvidar el hablar, no servía

Ahora quisiera escuchar, pero NO,
no escucho ni lo más mínimo,

y no es que no me hablen, no hablan lo esencial, lo importante,

quedarse en lo obvio, ¡es tan fácil!

Hablar lo íntimo es lo difícil.

Yo ya no quiero hablar, solo escuchar, pero ya ni el mar tengo.

El mar me expulsó de sus entrañas y no he vuelto a él,

está tan cerca y a la vez tan lejos...

como mi amor...

Estoy tan cansada...

no tengo voz,
no tengo ni un espacio real donde dormir,
bueno, asi han sido mis noches a lo largo de 13 años.

Que le cuesta decirme: "he ahi tu espacio, tu pieza es tuya, descansa"
pero NO.

Vivo en lo que no es mio, ordeno lo que no es mio,
vivo la vida de un huevo...

destinado a quebrarse, falta poco para eso, me duele tanto...

Quisiera tener algo propio, solo me quedan estos pensamientos,
un cuaderno, por ahí, que ni eso es privado, ni esta página es privada,
pero no son más que gritos de auxilio, grito que me estoy muriendo,
y no es que me este matando,
la vida me destruyó al darme algo que no podía tener, el amor de un hombre.

Al gestarme perdí el amor de padre,

al nacer perdi el amor de madre,

la vida me dio la indiferencia de mis hermanos,

al casarme perdí el amor de mi marido,

la vida no me dio más que un amigo, que ahora no está, lo he perdido, gané su amor y por aceptarlo, también lo perdí.

La vida me regaló dos hijas, pero se que son hijas de la vida, no me pertenece su amor, porque se preparan para si mismas, es ley de vida.

Entonces estoy sola, ni el mar me quizo cobijar.

¿Que me queda sino cargar esta cruz y soportar el dolor?

Al verme sabes cuanto sufro, entonces porqué preguntas ¿como esta tu cabecita? sabiendo que llevo una corona de espinas y que mi espalda esta adolorida por el peso de mi cruz, que mis pies estan desechos de tanto caminar sin tener rumbo, de no saber cual es mi camino, menos el camino a un sueño reparador, ya que tú, que eres el dueño de todo lo material, no me has dado ni un solo lugar para reposar este triste andar.

Ya que tú que eres el dueño de gran parte de mi dolor, no me das ni el más minimo descanso para tener un poquito de fe, en que algún día, aunque sea el último día de mi vida volvere a ser feliz. Amén

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